Duración: 35 min
Una receta bonita que sabe mal, es un bajón. Una receta fea que sabe bien, es bienvenida siempre. Una receta que, además de estar riquísima, es preciosa, es lo más. Y es la que te voy a enseñar a hacer hoy, ¡con efecto de cambio de color incluido!
Me siento como Kika Superbruja haciendo experimentos al final del libro (si no pillas esta referencia, gracias por llamarme mayor), porque cómo es la ciencia, ¿eh? Un chorrito de limón sobre la crema y el morado intenso de la lombarda actuará con el ácido del cítrico y cogerá un color más rosado. Es como un lienzo con colorines.
Venga, ya paro de admirar la preciosura y nos ponemos al lío. Pero antes, el disclaimer de siempre: si quieres ver el vídeo completo del paso a paso, puedes hacerlo en este enlace. Si no, también te lo cuento todo detallado aquí abajo, porque leer es de guapas:
INGREDIENTES
- 1/2 lombarda
- 1 cebolla morada
- 1 calabacín grande
- 1 litro de caldo de verduras
- 1/2 limón
- Sal al gusto
- Yogur griego
- Pistachos
PASO A PASO
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Pela y corta las verduras en trozos medianos.
- Sofríelas en la olla con aceite antes de echar el caldo para que se doren y cojan más sabor. Esto ayuda mucho a que las sopas y guisos no sean sosetes. El caramelizado tostadito de las verduras aporta mucho sabor al caldo.
- Agrega el caldo de verduras y cuece 25 min a fuego medio-alto, consiguiendo que se evapore un poco del líquido y reduzca, potenciando el sabor.
- Tritura y sirve en un bol con una cucharada de yogur griego, pistachos troceados por encima y un chorrito del zumo de limón.
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Para conseguir ese efecto de dibujo en la presentación simplemente mezclo la crema en dos tonos y el yogur haciendo movimientos circulares con un palillo.
Y ya. ¡A comeeeeeeeeer!